Biotecnología enzimatica e inmovilización celular


BIOTECNOLOGÍA ENZIMÁTICA E INMOVILIZACIÓN CELULAR.


Enzima.

Enzima es cualquiera de las numerosas sustancias orgánicas especializadas compuestas por polímeros de aminoácidos, que actúan como catalizadores en el metabolismo de los seres vivos. Con su acción, regulan la velocidad de muchas reacciones químicas implicadas en este proceso.

Una enzima es un catalizador biológico y, como todos los catalizadores, las enzimas aumentan la rapidez de una reacción química sin sufrir un cambio químico permanente en sí mismas. Un catalizador influye en la rapidez de una reacción química pero no afecta el equilibrio de esta.


Antecedentes.

El primer informe publicado acerca de la capacidad de los extractos celulares (malta) para llevar a cabo una reacción característica de las células vivas (la hidrólisis del almidón a glucosa) fue escrito inicialmente en 1833 por Payen y Persoz.

Se creía que este fenómeno y otros similares eran reacciones espontáneas hasta que en 1857 el químico francés Louis Pasteur comprobó que la fermentación sólo ocurre en presencia de células vivas

El nombre de enzima, que fue propuesto en 1867 por el fisiólogo alemán Wilhelm Kühne (1837-1900), deriva de la frase griega en zymē, que significa “en fermento”.

Emil Fischer (1894) demostró la especificidad de las enzimas para su substrato.

EduardBuchner (1897) demostró la capacidad de los extractos de levadura para catalizar la conversión de azúcar a alcohol.

En 1926, el bioquímico estadounidense James B. Sumner consiguió aislar y cristalizar la ureasa. Cuatro años después su colega John Howard Northrop aisló y cristalizó la pepsina y la tripsina. Northrop demostró también la naturaleza proteica de las enzimas.

La ribonucleasa, una enzima descubierta en 1938 por el bacteriólogo estadounidense René Jules Dubos y aislada en 1946 por el químico estadounidense MosesKunitz, fue sintetizada por científicos estadounidenses en 1969.


Propiedades de las enzimas.

Como propuso el químico sueco Jöns Jakob Berzelius en 1823, las enzimas son catalizadores típicos: son capaces de acelerar la velocidad de reacción sin ser consumidas en el proceso.

Algunas enzimas, como la pepsina y la tripsina, que intervienen en la hidrólisis de muchos tipos de proteínas, controlan muchas reacciones diferentes, mientras que otras como la ureasa, son muy específicas y sólo pueden acelerar una reacción. Otras liberan energía para la contracción cardiaca y la expansión y contracción de los pulmones. Muchas facilitan la conversión de azúcar y alimentos en distintas sustancias que el organismo precisa para la construcción de tejidos, la reposición de células sanguíneas y la liberación de energía química para mover los músculos.

La especificidad entre el sustrato y la enzima se ha concebido como la relación de una “llave” y su “cerradura”. La molécula del sustrato constituye la llave y la proteína constituye la cerradura; en la superficie de la proteína existe una zona específica, denominada sitio activo o catalítico, a la cual se une la molécula del sustrato para experimentar la transformación catalítica.

Las enzimas son muy eficaces. Por ejemplo, unos 30 g de pepsina cristalina pura son capaces de digerir casi dos toneladas métricas de clara de huevo en pocas horas.

La cinética de las reacciones enzimáticas difiere de las reacciones inorgánicas simples. Cada enzima es específica de forma selectiva para la sustancia sobre la que causa la reacción, y es más eficaz a una temperatura determinada. Aunque un aumento de la temperatura puede acelerar una reacción, las enzimas son inestables cuando se calientan. La actividad catalítica de una enzima está determinada sobre todo por su secuencia de aminoácidos y por la estructura terciaria, es decir, la estructura de plegamiento tridimensional de la macromolécula.


Poder catalítico.

Es difícil comparar la rapidez de reacción de las reacciones catalizadas por enzimas con la rapidez de reacción que ocurre en ausencia de las enzimas bajo condiciones similares de temperatura, pH, etc. Esto se debe principalmente a las dificultades para medir las rapideces demasiado bajas de las reacciones no catalizadas por enzimas.

Koshland (1956) informó que las rapideces de ciertas reacciones eran mucho más altas en presencia de enzimas que en ausencia de estas. Así, la hexocinasa, fosforilasa, deshidrogenasa alcohólica y la creatinina cinasa incrementaban las rapideces de reacción en >1010, >3 x 1011, >2 x 108, y >104, respectivamente.

Otra característica importante de las enzimas es su capacidad para funcionar como catalizadores en un intervalo moderado de temperatura (~ 300 K), pH (2-10) y presión (~ 1 atm).

Un ejemplo es la fijación de nitrógeno catalizada por el complejo de la enzima nitrogenasa, la cual se realiza óptimamente a 300 K, pH neutro y presión atmosférica. En contraste, la síntesis industrial de amoniaco a partir de nitrógeno requiere una tempe­ratura de 700-900 K, presiones de 100-900 atm y la presencia de fierro como catalizador.

Alto poder catalítico; se logra un aumento de hasta 109 a 1012 en la rapidez sobre la actividad no enzimática.


Especificidad de las enzimas.

La mayoría de las enzimas, a diferencia de los catalizadores químicos, son altamente específicas en cuanto a la naturaleza del substrato (s) que utilizan y al tipo de reacción que catalizan.

Algunas enzimas son más específicas que otras. Así, las peptidasas, fosfatasas y esterasas utilizaran una amplia variedad de substratos siempre que éstos contengan el enlace químico requerido, a saber, enlace peptidico, unión fosfato éster y enlace carboxilato éster, respectivamente. A menudo, se encuentra baja la especificidad con las enzimas degradativas, pero rara vez con las enzimas biosintéticas. Otro grupo de enzimas, por ejemplo, la hexocinasa, son intermedias entre estos dos extremos que exhiben es­pecificidad de grupo. Así, la hexocinasa cataliza la fosforilacion de diversos azucares siempre que sean de aldohexosas.

Muchas enzimas muestran especificidad absoluta en cuyo caso pueden utilizar un solo substrato o un par de substratos, si la reacción es biomolecular, a una rapidez apreciable. Ejemplos de estas son las L- y D-lactato deshidrogenasas que catalizan la reducción de piruvato a L- o D-lactato, respectivamente, pero no la mezcla de los dos estereoisómeros. Además, estas enzimas son absolutamente específicas en relación con el compuesto a reducir en la reacción. Por lo tanto, como muchas enzimas deshi­drogenasas, son específicas para NAD o NADP, pero no para ambos.

En tanto que las enzimas individuales tienen una alta especificidad por su substrato, las enzimas, como un todo, tienen un intervalo amplio de actividad.


Regulación de la actividad enzimática.

            Otra propiedad importante de las enzimas es que, a diferencia de la catálisis química, su actividad catalítica a menudo puede regularse mediante iones o moléculas pequeñas. Así, el Ca2+ estimula a la enzima glucógeno fosforilasa, responsable del rompimiento del glucógeno a glucosa durante la contracción muscular.

            Un mecanismo regulatorio que ocurre comúnmente es la inhibición retroalimentada de las enzimas participantes en vías biosintéticas.


Características generales.

Cofactores.

Coenzima, moléculas orgánicas complejas que necesitan algunas enzimas para realizar su actividad. Las coenzimas pueden estar íntima y permanentemente unidas a las proteínas, o bien unirse de forma débil y transitoria.

            Las enzimas son proteínas con longitudes de cadena de 100 a 2500 residuos aminoácidos. Algunas enzimas como la quimotripsina (que cataliza la hidrólisis de proteínas) y la triosafosfatoisomerasa (que cataliza la interconversión de gliceraldehído-3-fosfato y dihidroxiacetona fosfato), no requieren de ningún componente además del substrato para su actividad. Sin embargo, muchas enzimas requieren de un compo­nente no proteico llamado cofactor para su actividad.

            Un grupo de cofactores son los iones metálicos. Así, la piruvatocinasa necesita K+ (y Mg2+) para su actividad; la carboxipeptidasa (que hidroliza proteínas a partir del extremo C-terminal) necesita Zn2+, el cual forma parte integral de la estructura de la enzima. La eliminación del zinc por quelación con EDTA desactiva la enzima.

Las cinasas necesitan Mg2+ para su actividad, aunque en este caso el ion metálico se une al substrato en lugar de la enzima, así, el verdadero substrato es Mg-ATP2- en vez de ATP.

            La segunda clase principal de cofactores son compuestos orgánicos que con frecuencia se derivan del grupo de las vitaminas B. Por lo tanto, las carboxilasas (que incorporan CO2) necesitan la biotina que esta covalentemente unida a la enzima; las transaminasas requieren fosfato de piridoxal unido a la enzima.

            Los cofactores que se encuentran fuertemente unidos a la enzima a menudo se denominan grupos prostéticos. La enzima que contiene el cofactor o grupo prostético se cono-ce como holoenzima(activa), en tanto que la enzima que carece del cofactor se denomina apoenzima(inactiva). Compuestos orgánicos tales como NAD, NADP, FAD, Coenzima A (CoASH) y ATP pueden unirse en forma lábil a la enzima, un equilibrio entre la enzima, la apoenzima y el cofactor. Estos cofactores se denominan coenzimas.


Isoenzimas.
           
            Ocasionalmente, en una sola especie hay varias formas de enzimas que catalizan la misma reacción. Estas pueden diferir entre sí con respecto a la secuencia de aminoácidos, alguna modificación covalente como la fosforilación o por cambios de conformación. Las isoenzimas son aquellas formas de una enzima que provienen de diferencias determinadas genéticamente en la secuencia de aminoácidos y no incluyen modificaciones postraduccionales de la secuencia o estructura. Las enzimas aspartocinasas que participan en el primer paso de la vía biosintética de la familia del aspartato de los aminoácidos, son ejemplos de isoenzimas. Ciertas cepas de E. coliposeen tres isoenzimas, cuyas actividades están sujetas a inhibición por retroalimentación mediante diferentes productos de la vía.


Clasificación de las enzimas.

La clasificación de las enzimas se realiza de acuerdo con el tipo de reacción de transferencia, el grupo dador y el grupo aceptor, y se reconocen 6 grupos principales: oxidorreductasas (transferencia de electrones), transferasas (transferencia de grupos), hidrolasas (reacciones de hidrólisis o transferencia de grupos funcionales al agua), liasas (adición de grupos a dobles enlaces), isomerasas (transferencia de grupos en el interior de la molécula para originar formar isoméricas) y ligasas (forman diversos enlaces acoplados a la ruptura de ATP).

Es común dar a las enzimas nombres triviales que describen la reacción que catalizan, por ejemplo ureasa (cataliza la hidrolisis de la urea), lactato deshidrogenasa (cataliza la oxidación del ácido láctico). En estos casos comúnmente se agrega el sufijo "-asa" al nombre del substrato o de la reacción catalizada por la enzima. Sin embargo, con frecuencia los nombres triviales no reflejan la reacción en la que participa la enzima, por ejemplo, renina, tripsina, enzima málica, papaína, etc. Como resultado, la EuropeanCommission(Comisión Europea) dio a conocer una nomenclatura para las enzimas aceptada internacionalmente.

El nombre sistemático de un enzima consta actualmente de 3 partes:
    el sustrato preferente
    el tipo de reacción realizado
    terminación "asa"

Hay seis tipos principales de reacciones catalizadas por enzimas:
1)       reacciones de óxido-reducción catalizadas por óxido-reductasas; Ej.Lactato deshidrogenasa. Nombre sistemático, L-Lactato: NAD+oxidoreductasa EC 1.1.1.27

2)       reacciones de transferencia de grupo catalizadas por transferasas; Ej. Hexocinasa. Nombre sistemático, ATP: D-hexosa 6-fosfotransferasa EC 2.7.1.1


3)       reacciones hidroliticas catalizadas por hidrolasas; Ej. Adenosintrifosfatasa (ATPasa). Nombre sistemático, ATP fosfohidrolasa EC 3.6.1.3

4)       reacciones de eliminación con formación de un enlace doble, catalizadas por liasas; Ej. Fructuosa-difosfatoaldolasa. Nombre sistemático, D-fructuosa 1,6 difosfato D-gliceraldehído 3-fosfato-liasa EC 4.2.1.13

5)       reacciones de isomeración catalizadas por isomerasas; Ej. Triosafosfatoisomerasa. Nombre sistemático, D-gliceraldehído 3-fosfato ceto-isomerasa EC 5.3.1.1

6)       reacciones donde se unen dos moléculas a expensas de una fuente de energía, generalmente ATP, catalizadas por ligasas (o sintetasas).Ej. Isoeucil-tRNAsintetasa. Nombre sistemático, L-isoleucina: tRNAIleligasa (formadora de AMP) EC 6.1.1.5

El nombre de cada enzima puede ser identificado por un código numérico, encabezado por las letras EC (enzymecommission), seguidas de cuatro números separados por puntos. El primer número indica a cual de las seis clases pertenece el enzima, el segundo se refiere a distintas subclases dentro de cada grupo, el tercero y el cuarto se refieren a los grupos químicos específicos que intervienen en la reacción.


Usos prácticos de las enzimas.

La fermentación alcohólica y otros procesos industriales importantes dependen de la acción de enzimas, sintetizadas por las levaduras y bacterias empleadas en el proceso de producción. Algunas enzimas se utilizan con fines médicos. En ocasiones son útiles en el tratamiento de zonas de inflamación local; la tripsina se emplea para eliminar sustancias extrañas y tejido muerto de las heridas y quemaduras.


Fuentes de enzimas.

Es obvio que hay tres fuentes de enzimas: células animales, vegetales y microbianas. En años pasados, las plantas y los animales fueron las fuentes tradicionales de enzimas, pero dados los avances recientes de la biotecnología, probablemente el futuro está en los sistemas microbianos.


Enzimas de origen animal.

Las enzimas obtenidas a partir de tejidos animales, por lo general, se preparan de animales recién sacrificados. Inmediatamente después del sacrificio, se quitan los tejidos y se congelan para evitar la degradación bioquímica y de sulfuración. Se remueven los tejidos extraños, particularmente cuerpos grasosos, y a continuación el tejido es cortado en rebanadas o se pasa a través de un molino de martillos. En algunos casos la preparación resultante se pasa también por un mezclador para obtener un puré fino.

Enzimas que por lo común se obtienen de tejidos animales
Enzima
Número EC
Fuente
α-amilasa
3.2.1.1
Páncreas
Lipasa/esterasa de ácidos grasos
3.1.1.3
Páncreas bovino/porcino
Lisozima
3.2.1.17
Albumina de huevo de bovino
Fosfolipasa A
3.1.1.4
Páncreas de porcino
Tripsina
3.4.21.4
Páncreas bovino/porcino
Quimotripsina
3.4.21.1
Páncreas bovino/porcino
Pepsina
3.4.23.1
Mucosa porcina
Renina
3.4.23.4
Bovino











Varios tejidos animales se usan como fuente de enzimas, incluyendo el páncreas, bazo, hígado y varias porciones del tracto intestinal. Por supuesto, la extracción de la enzima va acompañada por varios pasos de purificación, los cuales serán tratados con enzimas microbianas.


Células y tejidos vegetales.

Por muchos años se han hecho preparaciones rudimentarias de enzimas vegetales. Sin embargo, la extracción de enzimas a partir de plantas es a menudo difícil y requiere equipo pesado para macerar y moler el material típicamente fibroso. Los sistemas de molienda comunes por lo general son insuficientes, excepto en los casos donde la fuente de materia es tejido de las hojas y es posible usar molinos de martillos de uso rudo modificados.

Enzimas que por lo común se obtienen de tejidos animales
Enzima
Número EC
Fuente
β-amilasa
3.2.1.2
Grano de cebada
Peroxidasa
1.11.7.7
Raíz de rábano
Papaína
3.4.22.4
Látex del árbol de papaya
Bromelaína
3.4.22.4
Bromussp.
Ficina
3.4.22.3
Higuera









Células microbianas.

Se acepta generalmente que la fuente principal de enzimas a escala industrial serán, en el futuro, los microorganismos. Las razones son:

Enzimas microbianas y sus aplicaciones
Enzima
Fuente
Aplicación
Amilasa
Bacillus subtilis
Asperyillusoryzae
Penicillumroqueforti
Aspergillusniger
Desaprestado de textiles, licuefacción de almidón, producción de glucosa.
Pnicinilasa
Bacillus subtilis
Degradacíon de penicilina.
Invertasa
Asperyillusoryzae
Saccharomyces cerevisiae
Industria de la confitería
Celulasa
Aspergillusniger
Trichoderma sp.
Disminución de la viscosidad, auxiliares en la digestión
Pectinasa
Aspergillusniger
Clasificación de vinos y jugos de fruta
Proteasa
Clostridumsp.
Suavizante, auxiliar en la digestión

§  Los sistemas de producción microbianos pueden mantenerse bajo estrecho control.
§  Las concentraciones de enzimas y, por lo tanto, la productividad, se pueden manipular en forma genética y ambiental.
§  El aumento progresivo y la alimentación del sistema no presentan el mismo problema logístico que una fuente derivada de la agricultura.
§  Hay un grado inherente de flexibilidad en el proceso a través de la elección de varias enzimas.
§  Los métodos de tamizado para sistemas microbianos son comparativamente simples.

La mayoría de las enzimas microbianas usadas comercialmente son extracelulares, esto es, se producen en el interior de las células y luego se excretan o difunden en el medio de cultivo, del cual pueden ser operados. Esto reduce el problema que se presenta a menudo con plantas y, algunas veces, con tejidos animales, de tener que romper las células individuales.

Obviamente, la selección de los organismos productores es la clave de los resultados satisfactorios de un proceso de enzimas microbianas. Es necesario tener en cuenta las siguientes características:

§  Se requiere un organismo productor estable.
§  Se requiere un organismo que no presente demasiados problemas de salud y otros relacionados.
§  Se requiere un organismo que no demande atención en sus necesidades de crecimiento, de modo que represente bajos costos de producción.
§  La productividad enzimática debe ser alta.
§  El organismo no debe producir toxinas o antibióticos.
§  La clarificación del medio de cultivo debe estar libre de dificultades mayores.

De todas estas características, las más importantes son la estabilidad de la cepa y alta productividad enzimática



Inmovilización de enzimas. Fundamentos, métodos y aplicaciones.


Aspectos generales sobre la inmovilización de enzimas.

La inmovilización de enzimas es un proceso en el que se confina o localiza a la enzima en una región definida del espacio, para dar lugar a formas insolubles que retienen su actividad catalítica y

Que pueden ser reutilizadas repetidamente. Posteriormente esta definición se ha ampliado a aquel proceso por el cual se restringen, completa o parcialmente, los grados de libertad de movimiento de enzimas, orgánulos, células, etc. por su unión a un soporte.

Como ventajas del empleo de enzimas inmovilizadas podemos destacar:

1.- El aumento de la estabilidad de la enzima;

2.- La posible reutilización del derivado, por lo que disminuyen los costes del proceso.
3.- La posibilidad de diseñar un reactor enzimático de fácil manejo y control, adaptado a la aplicación de la enzima inmovilizada.

Los principales inconvenientes del proceso de inmovilización son:

1.- La alteración de la conformación de la enzima respecto de su estado nativo.
2.- La gran heterogeneidad del sistema enzima-soporte donde pueden existir distintas fracciones de proteínas inmovilizadas con un diferente número de uniones al soporte.
3.- Siempre suele haber una pérdida de actividad de la enzima durante la movilización
4.- El biocatalizador es más caro que la enzima nativa.

En general, los métodos de inmovilización se suelen clasificar en dos grandes categorías: 1) Retención física y 2) Unión química.


Métodos de inmovilización de enzimas por retención física.

Atrapamiento.

Consiste en la retención física de la enzima en las cavidades interiores de una matriz sólida porosa constituida generalmente por prepolímerosfotoentrucruzables o polímeros del tipo poliacrilamida, colágeno, alginato, carraginato o resinas de poliuretano. El proceso de inmovilización se lleva a cabo mediante la suspensión de la enzima en una solución del monómero. Seguidamente se inicia la polimerización por un cambio de temperatura o mediante la adición de un reactivo químico. El atrapamiento puede ser en geles o en fibras, que suelen ser más resistentes que los geles. En el primer caso, la enzima queda atrapada en el interior de un gel, mientras que en el segundo caso la enzima se encuentra ocluida dentro de las microcavidades de una fibra sintética. El atrapamiento, de gran sencillez desde el punto de vista experimental, requiere poca cantidad de enzima para obtener derivados activos. Como ventaja adicional, la enzima no sufre ninguna alteración en su estructura. De todas formas, el atrapamiento requiere un control riguroso de las condiciones de polimerización, así como la comprobación de que la naturaleza química del proceso no altera los grupos reactivos de la proteína.


Inclusión en membranas: Dividida en dos tipos:

1) Microencapsulación: En esta técnica, las enzimas están rodeadas de membranas semipermeables que permiten el paso de moléculas de sustrato y producto, pero no de enzima. Estas membranas semipermeables pueden ser permanentes (originadas por polimerización interfacial) o no permanentes (generadas por surfactantes, también llamadas “micelas reversas”). Las microcápsulas obtenidas son de forma esférica, con tamaños comprendidos entre 1 y 100 mm de diámetro. Mediante este método se pueden encapsular simultáneamente una gran variedad de enzimas, células o biomoléculas, permitiendo que se lleven a cabo determinadas reacciones que suceden en múltiples pasos.

2)  Reactores de membrana: El desarrollo de reactores o sistemas que contengan enzimas atrapadas ha despertado gran interés en la industria. Estos reactores emplean membranas permeables al producto final, permeables o no al sustrato inicial y obviamente impermeables a la enzima. Mediante una bomba se establece un flujo líquido de sustrato que atraviesa el reactor.

En general, en esta metodología, se procede inicialmente a la adsorción de la enzima sobre la membrana que formará el reactor. Esta adsorción se puede realizar de dos formas:

1.  mediante el paso de una solución tamponada de enzima a través de la membrana;
2.  por contacto continuo de una solución de enzima con la membrana.


Métodos de inmovilización de enzimas por unión química.


Unión a soportes.

Son los métodos de inmovilización más utilizados y de los que se dispone de una mayor información. La elección del soporte y del tipo de enlace resultan determinantes en el comportamiento posterior del biocatalizador. Se debe procurar que la inmovilización incremente la afinidad por el sustrato, disminuya la inhibición, amplie el intervalo de pH óptimo y reduzca las posibles contamina­ciones microbianas. Además el soporte debe tener resistencia mecánica adecuada a las condiciones de operación del reactor y ser fácilmente separable del medio líquido para que pueda ser reutilizado. Se han utilizado una gran variedad de materiales como soportes para la inmovilización de numerosas enzimas. Estos materiales difieren en tamaño, densidad, porosidad y forma, aunque generalmente nos los encontramos en forma de cilindro, hojas, fibras y más corrientemente en forma de esferas. Los soportes pueden clasificarse en dos grandes grupos:

Soportes inórganicos. Dentro de este grupo tenemos una gran variedad de soportes, que pueden ser naturales (arcillas como la bentonita, piedra pómez, sílice, etc.) o materiales manufacturados (óxidos de metales y vidrio de tamaño de poro controlado, vidrio no poroso, alúmina, cerámicas, gel de sílice, etc.)

Soportes orgánicos. Se pueden clasificar en:

Polímeros naturales: a su vez divididos en:

Polisacáridos (celulosa, almidón, dextranos, agar-agar, agarosa, alginatos, quitina, chitosan, etc).

Proteínas fibrosas (colágeno, queratina, etc). Polímeros sintéticos: divididos en: Poliolefinas (como el poliestireno)

Polímeros acrílicos (poliacrilatos, poliacrilamidas, polimetacrilatos, etc.) Otros tipos (alcohol polivinílico, poliamidas, etc).


Adsorción.

En la adsorción, la enzima se une a un soporte sin funcionalizar mediante interacciones iónicas, fuerzas de Van der Waals y por puentes de hidrógeno. Los principales factores que influyen en la adsorción, son:

1.- el pH del medio: controla el número y la naturaleza de las cargas que presenta la superficie de la proteína y del sólido;
2.- la fuerza iónica: al aumentar la fuerza iónica se produce la desorción de la enzima, ya que los iones inorgánicos se unen con más fuerza al soporte que la proteína;
3.- el diámetro de poro: debe ser aproximadamente dos veces el tamaño del eje mayor de la enzima;
4.- la presencia de iones que actúen como cofactores de la enzima, ya que pueden incrementar la carga enzimática del derivado.

Como principales ventajas de este método destacan:

1.- su preparación sencilla,
2.- su bajo coste,
3.- no hay cambios de especificidad enzimática,
4.- los derivados son estables en medios de trabajo con bajo contenido en agua.

Los inconvenientes de la adsorción son principalmente:

1.- la optimización de las variables que controlan la adsorción,
2.- los derivados obtenidos son poco estables desde el punto de vista mecánico,
3.- la unión al soporte es débil.


Unión covalente.

La unión covalente de una enzima a un soporte es quizá el método de inmovilización más interesante desde el punto de vista industrial. La metodología de la unión covalente se basa en la activación de grupos químicos del soporte para que reaccionen con nucleófilos de las proteínas. De entre los 20 aminoácidos diferentes que se encuentran en la estructura de las enzimas, los más empleados para la formación de enlaces con el soporte son principalmente la lisina, la cisteína, la tirosina y la histidina, y en menor medida la metionina, el triptófano, la arginina y el ácido aspártico y glutámico. El resto de aminoácidos, debido a su carácter hidrófobo, no se encuentran expuestos hacia el exterior de la superficie proteica, y no pueden intervenir en la unión covalente. Este método presenta las siguientes ventajas:

1.- La manipulación de los derivados inmovilizados es sencilla;
2.- La carga de enzima permanece constante después de la inmovilización;
3.- Los derivados pueden utilizarse en reactores en continuo, empaquetados, de lecho fluidizado o tanque agitado.
4.- Una mayor resistencia a la desactivación por el efecto de la temperatura, de los disolventes orgánicos o del pH, al tener estabilizada su estructura terciaria.

En cambio la inmovilización por enlace covalente también presenta una serie de inconvenientes:

1.- Es necesario conocer la densidad de grupos activos por unidad de superficie, ya que condiciona el número de uniones enzima-soporte y su geometría, que puede ser distorsionante y conducir a derivados inactivos.
2.- El proceso de inmovilización puede alterar la estructura del centro activo. Para evitar esta posible alteración, se realiza la inmovilización en presencia de un inhibidor que bloquee el centro activo.
3.- La inmovilización covalente no es aconsejable en aquellas enzimas muy sensibles a cambios de pH, fuerza iónica, etc.


Reticulado.

También denominado entrecruzamiento o cross-linking, es una técnica que ha sido ampliamente utilizada en la estabilización de muchas enzimas. El método del reticulado consiste en uso de reactivos bifuncionales que originan uniones intermoleculares entre las moléculas de enzima. Como reactivos bifuncionales se pueden emplear dialdehídos, diiminoésteres, diisocianatos, sales de bisdiazonio e, incluso, diaminas si están activadas con carbodiimida. El resultado del reticulado son enzimas con enlaces intermoleculares irreversibles capaces de resistir condiciones extremas de pH y temperatura. El co-reticulado, permite eliminar las pérdidas de actividad enzimática debidas a efectos difusionales, mediante el entrecruzamiento de las enzimas con una proteína sin actividad enzimática y rica en residuos de lisina (por ejemplo, la albúmina bovina). Un procedimiento mixto de inmovilización muy común consiste en inmovilizar la enzima por adsorción sobre una resina de intercambio iónico o un soporte polimérico (con lo que se consigue una elevada carga enzimática) y posteriormente añadir el reactivo bifuncional.

Actualmente el método más novedoso de cross-linking consiste en la cristalización de enzimas y su posterior reticulado con glutaraldehído (Cross-LinkedEnzymeCrystals o CLECs). El aumento de estabilidad se basa en la obtención de un entramado cristalino, donde las moléculas de enzima están rodeadas exclusivamente por otras moléculas de proteína. De esta manera la propia enzima actúa como soporte, y su estructura terciaria está estabilizada por las uniones covalentes intermoleculares. La estructura cristalina posee canales microscópicos (20-50Å) que permiten el paso de sustratos hasta el centro activo de la enzima donde se cataliza la reacción. Estos cristales pueden soportar temperaturas elevadas y pH extremos, así como la acción de las proteasas. Esta tecnología se ha aplicado a enzimas muy diferentes, las cuales se han utilizado en la obtención de compuestos enatioméricamente puros y en la síntesis de péptidos.


Aplicaciones de las enzimas inmovilizadas.

Las aplicaciones más importantes de las enzimas inmovilizadas se pueden clasificar en:

1.- Aplicaciones analíticas: biosensores
2.- Aplicaciones médicas: tratamientos con enzimas inmovilizadas
3.- Aplicaciones industriales: en la industria química, farmacéutica, alimentaria y de tratamiento de residuos.


Biosensores.

Los biosensores se están convirtiendo en una herramien­ta imprescindible en medicina, en el control de calidad de los alimentos y en el control medioambiental. En principio, se puede diseñar un biosensor para cualquier tipo de compuesto que sea capaz de interaccionar específicamente con un sis­tema biológico. Generalmente, el biosensor (Figura 5) contie­ne una molécula biológica inmovilizada (enzimas, células, anticuerpos) próxima a un traductor que, en contacto con el analito, transformará la señal química producida en una señal eléctrica o de otro tipo (óptica, calorimétrica, acústica, etc.).

El empleo de los biosensores presenta las siguientes ventajas

1.  la instrumentación requerida es barata y sencilla,
2.  el análisis es muy sensible,
3.  permite el uso de muestras con color o turbias que no se podrían medir con métodos espectroscópicos.


Aplicaciones médicas.

Existen muchas enfermedades causadas por una alteración o carencia de una determinada enzima. También hay enzimas con actividad antitumoral, cicatrizante y con otras acciones terapéuticas. El tratamiento con estas enzimas inmovilizadas permitiría una acción más prolongada, ya que serían más resistentes a la acción de las proteasas. Por ejemplo, la L-asparaginasa se utiliza en el tratamiento de leucemias y cánceres diseminados que requieren asparragina para desarrollarse. En la actualidad se ha diseñado un hemodializador de fibra hueca que contiene asparaginasa inmovilizada. La tripsina o la colagenasa se utilizan para eliminar los tejidos muertos de heridas, quemaduras, úlceras, etc.; para acelerar el crecimiento de nuevos tejidos e injertos de piel, y también para inhibir el crecimiento de algunos microorganismos contaminantes. Este tipo de enzimas se pueden inmovilizar en celulosas o fibras que formarán parte del tejido de apósitos y vendas.


Aplicaciones en la Industria Farmacéutica.

La Industria Farmacéutica trabaja con moléculas lábiles, y en muchos casos con moléculas quirales. El empleo de enzimas inmovilizadas es una alternativa seria a la síntesis química en pasos clave, donde no conviene trabajar a temperaturas altas o se requiere una elevada especificidad de sustrato. Los enzimas son unos reactivos quirales estrictos, es decir, biocatalizadores con una estructura tridimensional asimétrica definida que permiten la obtención de productos de gran pureza óptica. Se trata de una ventaja fundamental cuando las reglamentaciones exigen la síntesis de compuestos ópticamente puros, ya sean fármacos, hormonas o antibióticos.

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